20.4.06
Cuatro malas para Cabrera...
Una de las expectativas para este año de muchos analistas, era ver cómo a Miguelito Cabrera le lloverían boletos á la Barry Bonds (o Albert Pujols, según sea el caso). Esto se debe en gran parte a la calidad de bateador que es el Aragüeño y a la proyección de crecimiento que tiene -- recordemos que todavía tiene solo 23 años de edad -- pero también por el hecho de que luego de la devastadora venta a diestra y siniestra del roster de los Marlins de Florida, el criollo se convertía en el único y verdadero líder ofensivo de esa divisa, por lo que era de esperarse que los lanzadores contrarios trataran de evitar darle algo bueno para batear, prefiriendo enfrentarse a otros peloteros de la misma edad que Cabrera, pero con menos talento y experiencia.
Aún cuando falta muchísimo tiempo en esta temporada, me parece interesante que comencemos a ver si esta expectativa se está cumpliendo...
A la fecha de hoy, Cabrera suma 9 boletos en 14 partidos, o lo que es lo mismo, una base por bolas por cada 1.56 partidos jugados. A este ritmo, el criollo estaría sumando unos 100 boletos si llegara a tomar parte en 155 encuentros.
Ciertamente, 100 boletos es un buen número. Un número redondo y atractivo -- y de hecho, un número que solamente uno de sus compatriotas -- Bob Abreu -- ha logrado alcanzar.
Pero también es un número que no tiene para nada comparación con las exageradas cifras alcanzadas por el antes mencionado Bonds, o con lo que pareciera que logrará Pujols en esta temporada.
Sin embargo, si observamos esta cifra dentro del contexto de la carrera de Cabrera, veremos que es un número importante. Hasta ahora, en dos temporadas completas, el Venezolano tiene como marca personal los 68 boletos obtenidos en la campaña del 2004, por lo que estaría mejorando su récord con casi 50% de exceso.
Hasta este año, Cabrera promediaba un boleto por cada 2.64 partidos. En estas primeras dos semanas ha reducido ese número a casi la mitad. Si suponemos un escenario conservador, en el que Cabrera repita ese ritmo durante los 140 partidos restantes, estaríamos esperando unas 53 bases por bolas adicionales, lo que totalizaría 72 para el año -- incluso así, una nueva marca personal.
Con un escenario más realista, en el que el resto del 2006 verá a Cabrera en un punto intermedio entre lo que acostumbra hacer y lo que ha hecho este año, es decir, cerca de un boleto por cada 2 encuentros, entonces le quedarían 70 más durante la campaña, sumando así unos 79 boletos en el año. Esta cifra sigue siendo bastante conservadora, aunque pudiera ser más ajustada a la realidad.
Un tercer escenario, mucho más optimista, sería pensar que va a completar esos 100 boletos de los que hablábamos al principio de este post...
...y por supuesto, siempre existe la posibilidad de que el pitcheo contrario se dé cuenta de que el resto del line-up Floridiano no tiene con qué, y comiencen a aplicar verdaderamente la estrategia de bolear al criollo cada vez que se pueda, estrategia esta que lo pudiera impulsar a conseguir cerca de 120 boletos para final de año, y quién sabe si hasta alcanzar la marca para un Venezolano, en poder de Abreu, de 127 bases por bolas.
Habrá que ver cómo sigue desarrollándose la temporada, y si Cabrera ha madurado lo suficiente como pelotero para tener la paciencia necesaria para alcanzar estos números, o si llegará a un momento en el que la frustración de no ver buenos lanzamientos para batear lo hagan cometer errores con el madero.
Estadísticas e imágenes cortesía de Béisbol Report
Aún cuando falta muchísimo tiempo en esta temporada, me parece interesante que comencemos a ver si esta expectativa se está cumpliendo...
A la fecha de hoy, Cabrera suma 9 boletos en 14 partidos, o lo que es lo mismo, una base por bolas por cada 1.56 partidos jugados. A este ritmo, el criollo estaría sumando unos 100 boletos si llegara a tomar parte en 155 encuentros.
Ciertamente, 100 boletos es un buen número. Un número redondo y atractivo -- y de hecho, un número que solamente uno de sus compatriotas -- Bob Abreu -- ha logrado alcanzar.
Pero también es un número que no tiene para nada comparación con las exageradas cifras alcanzadas por el antes mencionado Bonds, o con lo que pareciera que logrará Pujols en esta temporada.
Sin embargo, si observamos esta cifra dentro del contexto de la carrera de Cabrera, veremos que es un número importante. Hasta ahora, en dos temporadas completas, el Venezolano tiene como marca personal los 68 boletos obtenidos en la campaña del 2004, por lo que estaría mejorando su récord con casi 50% de exceso.
Hasta este año, Cabrera promediaba un boleto por cada 2.64 partidos. En estas primeras dos semanas ha reducido ese número a casi la mitad. Si suponemos un escenario conservador, en el que Cabrera repita ese ritmo durante los 140 partidos restantes, estaríamos esperando unas 53 bases por bolas adicionales, lo que totalizaría 72 para el año -- incluso así, una nueva marca personal.
Con un escenario más realista, en el que el resto del 2006 verá a Cabrera en un punto intermedio entre lo que acostumbra hacer y lo que ha hecho este año, es decir, cerca de un boleto por cada 2 encuentros, entonces le quedarían 70 más durante la campaña, sumando así unos 79 boletos en el año. Esta cifra sigue siendo bastante conservadora, aunque pudiera ser más ajustada a la realidad.
Un tercer escenario, mucho más optimista, sería pensar que va a completar esos 100 boletos de los que hablábamos al principio de este post...
...y por supuesto, siempre existe la posibilidad de que el pitcheo contrario se dé cuenta de que el resto del line-up Floridiano no tiene con qué, y comiencen a aplicar verdaderamente la estrategia de bolear al criollo cada vez que se pueda, estrategia esta que lo pudiera impulsar a conseguir cerca de 120 boletos para final de año, y quién sabe si hasta alcanzar la marca para un Venezolano, en poder de Abreu, de 127 bases por bolas.
Habrá que ver cómo sigue desarrollándose la temporada, y si Cabrera ha madurado lo suficiente como pelotero para tener la paciencia necesaria para alcanzar estos números, o si llegará a un momento en el que la frustración de no ver buenos lanzamientos para batear lo hagan cometer errores con el madero.