'Manny' Trillo llegó a las Grandes Ligas el 28 de junio de 1973, antes de cumplir los 23 años, conviertiéndose así en el vigésimo tercer criollo en llegar a la Gran Carpa.

Trillo comenzó su carrera como camarero suplente de los Atléticos de Oakland. Pasó dos años sin mayores logros y fue cambiado a los Cachorros de Chicago, donde comenzaría a hacerse un nombre como uno de los segunda base de mejor guante en la Nacional. Con este equipo participaría en su primer juego de estrellas en el año de 1977.

Para el año 1979 pasa a formar filas con los renacientes Phillies de Philadelphia, quienes para 1980 había armado un equipo campeón que incluía a luminarias como Mike Schmidt, Pete Rose, Steve Carlton, Tug McGraw y Larry Bowa, quien sería su compañero de doble matanza.

Desde el primer instante, Trillo comenzaría a responder a la confianza que los Phillies habían puesto en el, logrando ganar su primer guante de oro en apenas su primera temporada con el equipo. A partir de 1980 comenzó a convertirse en una amenaza con el bate, tal como lo era con el guante. Ese año se convirtió en el Más Valioso de los Playoffs que llevarían a su equipo a la Serie Mundial, misma que arrebatarían a los Reales de Kansas City.

En 1981 se disponía a completar su mejor temporada en las Grandes Ligas cuando llegó la huelga de peloteros. Sin embargo, ese año consiguió su segundo guante de oro y su segunda participación en el clásico de julio. En el 82 jugaría su última temporada con los Phillies, repitiendo los galardones obtenidos en el 81.

En la temporada de 1983 pasó a los Indios de Cleveland y nuevamente participaría en el Juego de Estrellas, convirtiéndose así en uno de los pocos peloteros en jugar para ambas ligas en años consecutivos.

Luego de ese año, el 'Indio' comenzaría a perder la titularidad en la segunda base y se convertiría en una suerte de itinerante, pasando por cuatro equipos en sus últimos siete años de carrera, incluyendo en esa lista a los Expos de Montreal, los Gigantes de San Francisco, una segunda vuelta con los Cachorros (en la que jugaría más como tercera base que como intermedista) para finalmente colgar los spikes con los Rojos de Cincinnati en 1989.

Sus numeritos de bateo son los siguientes
1780 JG
5950 AB
598 CA
1562 H
239 2B
33 3B
61 HR
571 CI
452 BB
742 SO
56 BR
.263 .AVG

Entre sus logros, Trillo llegó a sostener el récord más partidos consecutivos sin cometer errores para un segunda base (con 89) y menos errores en una temporada (con 5).

Para los fanáticos Norteamericanos el criollo es recordado no solo por su guante, sino por una frase que dijera alguna vez y que traducida al español sería algo así como "Lo bueno del béisbol es que puedes corregir lo de ayer mañana".

Como dato curioso, Trillo comenzó su carrera como catcher, pero fue movido de posición a la segunda base, donde terminó siendo uno de los mejores fildeadores que jamás hayan cubierto esa posición...