Hay peloteros que aunque no ayuden tanto al equipo dentro del campo de juego, lo ayudan fuera de él. En líneas generales no soy muy creyente del asunto aquel de que la química gana juegos y de que un jugador "joseador", que le "echa pichón", es una pieza importante para el equipo -- a menos que ese afán venga acompañado de talento, no veo cómo ayuda en nada

Sin embargo, de lo que sí soy fiel creyente es de que los peloteros sí creen en esto. Los beisbolistas son de los deportistas más supersticiosos que hay, y si creen que un jugador les da ese "algo" especial, ese toque mágico, es muy posible que se sientan más a gusto y logren jugar mejor por no sentir tanta presión. Un caso ejemplar de esto es Luis Sojo, que más que ser un amuleto de la buena suerte parecía ser la mascota de los Yankees de New York. Su presencia en el dugout era casi tan importante como la del mánager Joe Torre...

Hoy en día tenemos otro pelotero que parece tener un impacto similar en sus compañeros: Endy Chávez

J	AB	H	2B	3B	HR	CA	CE	BB	SO	BR	.AVG	.OBP	.SLG	OPS
133	353	108	22	5	4	48	42	24	44	12	.306	.348	.431	.779

En el 2006, Chávez tuvo su mejor temporada con el madero, terminando por encima de .300 por primera vez en su vida, además de tener un OPS que casi llega a los .800, cosa impresionante para un pelotero de su estilo, es decir, sin fuerza alguna para conectar extrabases

Además de ese destape ofensivo, Chávez tuvo la oportunidad de demostrar ante un público mucho más grande que lo que antes había tenido toda su capacidad defensiva. Imposibilitado de jugar el centerfield con los Mets de New York por la presencia del Puertorriqueño Carlos Beltrán, el criollo sirvió de cuarto outfield en ese equipo y ocupó el puesto de Cliff Floyd cuando este se lesionó, aprovechando al máximo su tiempo de juego

Pero probablemente el mayor valor de parte de Chávez venga de su personalidad. En una época donde todos los días nos recuerdan que los peloteros no son más que empresarios buscando hacer cada vez más y más dinero, son pocos los jugadores que como él viven con una constante sonrisa en la cara y dando el todo en el campo como cuando uno era niño y jugaba con los vecinos, con alegría, con ganas, porque el juego era importante

Chávez nunca será una estrella y muy probablemente no sea ni siquiera un titular, lo que no quiere decir que no sea útil para algún equipo, ya que siempre será un positivo con su guante y este año demostró que algo puede hacer con el bate, pero principalmente ayudará a quien lo contrate haciendo del dugout un sitio alegre para estar, quitándole presión a los jugadores