Yo sé que no es bueno burlarse de la pena ajena, y que el pelotero que voy a mencionar no me ha hecho nada, pero no puedo dejar pasar esta noticia que, para mi, representa un claro ejemplo de los riesgos que vienen asociados a la toma de decisiones de los equipos de Grandes Ligas, cada vez que contratan o cambian a un pelotero.

Hace menos de un año, los Tigres de Detroit le dieron un baño de agua fría a Ugueth Urbina, su cerrador, al contratar por espacio de dos años a Troy Percival, quien fuera dejado libre por los Angelinos de Los Angeles Anaheim para darle espacio a Francisco Rodríguez.

Esta contratación hizo que los de Detroit relegaran a Urbina al rol de set-up, un trabajo con el que el criollo nunca ha estado a gusto y que, siendo él el dueño de una personalidad bastante difícil, afecta su actuación enormemente.

En la primera mitad de esta temporada, Percival se lesionó y le dió paso a que Urbina se encargara de cerrar los partidos del equipo. En ese lapso de tiempo, el desempeño del criollo fue brillante, salvando 9 encuentros y dejando una efectividad por debajo de 2.00. Pero cuando Percival regresó de la lista de incapacitados, Urbina fue enviado de vuelta a su puesto como set-up.

Pocas semanas después, los Tigres decidieron cambiar a Urbina a los Phillies por Plácido Polanco. Para Urbina, este cambio no representaba la gran cosa (más que jugar con Abreu, Pérez y Chávez), porque seguiría en el mismo rol, esta vez detrás de Billy Wagner. Para los Tigres fue un cambio que a primera vista resultó excelente: salieron del problemático (y descontento) Venezolano y consiguieron a un buen segunda base.

Peeeeeeeroooooo...no todos los cambios terminan siendo buenas decisiones. Percival acaba de anunciar a la prensa que su brazo empeoró muchísimo en estos últimos días y que ha pensado incluso retirarse antes de que termine la temporada. Este lunes 18 de julio será examinado y luego decidirá si se opera o no, y si sigue como pelotero activo o si decide terminar su carrera profesional. La cirugía que se espera sea la necesaria (dependiendo de los resultados de los exámenes) le pudiera costar entre 10 y 12 meses de acción, por lo que el relevista derecho pudiera adelantar su retiro -- que tentativamente había planificado para después de la temporada del 2006.

Lo repito, no es que me alegre que Percival se haya lesionado, ni que deba retirarse (si es que llega a eso), sino que después del trato que le dieron los Tigres a Urbina (de quien no soy precisamente el fanático #1), me causa un poco de gracia cómo se desarrollaron los hechos. Ahora Detroit se puede quedar "sin el chivo y sin el mecate", o lo que es lo mismo, sin Urbina y sin Percival.

...¿será que pondrán a Wil Ledezma a relevar?

Estadísticas e imágenes cortesía de Béisbol Report