(Traducción de éste artículo en el Boston Herald)

Al final del 27 de septiembre de 1998, Roberto Petagine tenía razones para sentirse feliz y satisfecho.

En la victoria 4-1 de su equipo, los Rojos de Cincinnati, sobre los Piratas de Pittsburgh, el jugador de entonces 27 años, había dado un gran esfuerzo en el partido. Abriendo como jardinero derecho y terminando como inicialista, Petagine conectó par de hits, incluyendo un jonrón en el segundo episodio contra José Silva.

Pero lo que Petagine no se imaginaba es que le tomaría siete años para volver a conectar un imparable en las Grandes Ligas.

Imagínense entonces, la satisfacción que debe haber sentido (el domingo 08) en el Metrodome, cuando conectó un lanzamiento del derecho de los Mellizos, Joe Mays, al hueco entre el right y el center. Era el quinto episodio, con las bases llenas. Pero no duraron mucho tiempo así, porque el doble de Petagine las barrió. No importa que lo hayan echo out tratando de llegar hasta la tercera. El había hecho su trabajo, darle carreras de seguro a los Medias Rojas en su victoria 11 a 7 frente a Minnesota.

"Cuando le di a la pelota, me dije 'ese es un hit, seguro'" dice Petagine. "Sabía que era un doble, pero pensé que lo podía alargar a un triple. Y traté de hacerlo. Tenía un doble, pero mi cuerpo me decía 'No pares. Sigue'"

Hasta el 98, Petagine se estaba convirtiendo en un regular de las Grandes Ligas. Llevaba cinco temporadas compartiendo tiempo con los Astros, Padres, Mets y Rojos.

Pero después del 98, el Venezolano fue bienvenido en la Liga Japonesa, donde floreció como pelotero. Completo seis temporadas en Japón, conectando 44 cuadrangulares en 1999. En el 2000, ganó el guante de oro. En el 2001, fue el Más Valioso de la Liga Central. El año pasado, con los Gigantes de Yomiuri, bateó para .290 con 29 jonrones.

"Tenía el sueño de jugar en Grandes Ligas," dice. "Y viví ese sueño. Pero también había pasado mucho tiempo en las menores y quería jugar a diario.

"No parecía que iba a tener esa oportunidad en las Grandes Ligas, así que Japón era el lugar para mi. Fuí allí y fuí exitoso, y entonces tuve otro sueño: quería volver a jugar en la Gran Carpa."

Cuando firmó con los Medias Rojas, Petagine recibió una invitación para ir a los spring training, pero tuvo que esperar a recuperarse de una lesión en la rodilla que lo mantuvo fuera de acción hasta mayo. Cuando regresó, fue enviado a Pawtucket, en la Liga Internacional, una liga que había dominado hacía ya casi diez años.

"Tuve que esperar mi oportunidad" dijo. "Uno espera y espera y espera, pero también debe jugar bien."

Y él lo hizo, bateando para .327 con 20 jonrones.

Y ahora está de vuelta en las mayores. ¿Se recordaría del último hit que dió antes de regresar?

"Si," dice. "Ese jonrón que conecté. Fue una recta, en la esquina de afuera. La saqué por el left field."

Estadísticas e imágenes cortesía de Béisbol Report
y el Boston Herald