Curiosamente, varios sites de análisis han coincidido en publicar artículos de opinión, comentando sobre la pobre arrancada de Félix Hernández, y el consenso parece ser que las cosas no marchan tan mal como aparentan, y que hay que tener un poquitín de paciencia con El Rey

Las expectativas sobre este joven eran -- y son -- enormes, cosa que a veces me parece algo injusta. Olvidamos que recién tiene 20 años, y que está enfrentándose a peloteros de mucha más experiencia y recursos que los que él acostumbraba ver cuando dominaba las Ligas Menores. Pero las estadísticas periféricas parecen demostrar que más que estar desempeñándose mal, Hernández lo que ha tenido es mala suerte

Ojo, no quiero decir que hay que achacarle todo lo malo a la suerte y no dejar nada del lado de la responsabilidad y la astucia como lanzador que se requieren para triunfar en las Mayores. Lo que quiero decir, y que es lo que concluyo de los análisis de estas personas que saben más que yo, es que si Féliz sigue pitcheando igual que como lo ha venido haciendo, la tendencia debería comenzar a "enderezarse" y sus números deberían comenzar a mejorar correspondientemente

Por una parte, David Cameron, de USS Mariner comenta en The Hardball Times que los resultados de la actuación de Hernández varían considerablemente según el número de lanzamientos realizados. Por ejemplo, en los primeros 15 lanzamientos de cada juego el 83% de los batazos que le conectan son flies -- que en muchos casos terminan convirtiéndose en cuadrangulares -- mientras que entre el lanzamiento #16 y el #45, ese número baja hasta acercarse al 50%, y consecuentemente, el OPS de sus contrarios baja casi 700 puntos (¡700 puntos!)

Una de las causas que Cameron sospecha, es la "cultura organizacional" de Seattle, según la cual, durante los primeros innings se deben lanzar más y más rectas, y no variar tanto los pitcheos. Su hipótesis es que a medida que lance más rectas, le conectan más jonrones, mientras que una vez que comienza a mezclar otros lanzamientos, comienza también a confundir a los bateadores contrarios, quienes dejan de batearle tan fácilmente

Esto parece tener algo de sentido, ya que en la enorme mayoría de los casos, Hernández arranca los juegos recibiendo duro castigo de los contrarios, para luego estabilizarse y mantenerlos a raya (aunque el daño ya esté hecho)

Otro que ha hablado sobre Hernández es el conocido Aaron Gleeman, quien comenta que durante el juego en el que el criollo se enfrentó a los Mellizos de Minnesota y al prospectazo Francisco Liriano, los lanzamientos que se le quedaban altos resultaron ser más fácilmente conectados, y que una vez que comenzó a lanzar bolas bajas, controló mucho mejor la situación. Muestra de eso es la actuación que tuvo después del jonrón de Joe Mauer:

IP	H	C	CL	BB	SO	HR
4.2	0	0	0	0	7	0

Otra conclusión que podemos sacar de esto es que, a medida que Hernández vaya ganando un poco más de experiencia, mejor le irá, dado que aprenderá a utilizar mejor sus lanzamientos y aprenderá a adaptarse a los bateadores de las Grandes Ligas

Hay que tener paciencia, eso es todo...

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