10.7.04
Omar Infante: Héroe desconocido
Mientras algunos periodistas hablan de otros peloteros criollos como las sorpresas del año o las bujías de sus equipos, es muy poco lo que he visto publicado sobre Omar Infante.
Poco a poco, y casi sin publicidad alguna, Infante se adueñó de la segunda almohadilla de los Tigres de Detroit. Su posición original es la de campocorto, pero en ese equipo ese sitial lo cubre tremendamente bien otro criollo, Carlos Guillén. Originalmente pautado para ser reserva de infield, las circunstancias - y el rendimiento del Venezolano - fueron llevando al manager Alan Trammell a colocar a Infante en el line-up con más y más frecuencia.
En sus dos incursiones anteriores a las Grandes Ligas, Infante no tuvo mucha oportunidad de jugar, ya que fue utilizado primordialmente como suplente, como reemplazo defensivo o como corredor emergente. Esto se tradujo a que solo había tenido 293 turnos al bate en 87 partidos, y un promedio de bateo de .249. Nada impresionante.
Sin embargo, en lo que va de temporada 2004, el criollo ha probado ser uno de los pilares de la divisa de Detroit, hasta el punto de que al llegar a la mitad de año su promedio de bateo es un aceptable .294 y su .OPS es de .871, lo que está más que bien para un intermedista. Además de esto, ya ha conectado 6 vuelacercas, 5 triples y 12 dobletes.
Tan así, que en los 52 partidos desde que se convirtió en titular el 04 de mayo ha bateado para .299 con todos sus triples y jonrones y 11 de sus 12 dobles, mientras que en los primeros 17 juegos de la temporada solo consumió 15 turnos al bate y apenas promedió .267
Es difícil proyectar cómo terminará la temporada este pelotero que en la liga local juega para Caribes de Oriente, ya que no hay punto de comparación al ser esta su primera experiencia como titular. Sin embargo, no habría que extrañarse si concluye el año bateando cerca de los .300, una quincena de cuadrangulares y 75 carreras anotadas.
Poco a poco, y casi sin publicidad alguna, Infante se adueñó de la segunda almohadilla de los Tigres de Detroit. Su posición original es la de campocorto, pero en ese equipo ese sitial lo cubre tremendamente bien otro criollo, Carlos Guillén. Originalmente pautado para ser reserva de infield, las circunstancias - y el rendimiento del Venezolano - fueron llevando al manager Alan Trammell a colocar a Infante en el line-up con más y más frecuencia.
En sus dos incursiones anteriores a las Grandes Ligas, Infante no tuvo mucha oportunidad de jugar, ya que fue utilizado primordialmente como suplente, como reemplazo defensivo o como corredor emergente. Esto se tradujo a que solo había tenido 293 turnos al bate en 87 partidos, y un promedio de bateo de .249. Nada impresionante.
Sin embargo, en lo que va de temporada 2004, el criollo ha probado ser uno de los pilares de la divisa de Detroit, hasta el punto de que al llegar a la mitad de año su promedio de bateo es un aceptable .294 y su .OPS es de .871, lo que está más que bien para un intermedista. Además de esto, ya ha conectado 6 vuelacercas, 5 triples y 12 dobletes.
Tan así, que en los 52 partidos desde que se convirtió en titular el 04 de mayo ha bateado para .299 con todos sus triples y jonrones y 11 de sus 12 dobles, mientras que en los primeros 17 juegos de la temporada solo consumió 15 turnos al bate y apenas promedió .267
Es difícil proyectar cómo terminará la temporada este pelotero que en la liga local juega para Caribes de Oriente, ya que no hay punto de comparación al ser esta su primera experiencia como titular. Sin embargo, no habría que extrañarse si concluye el año bateando cerca de los .300, una quincena de cuadrangulares y 75 carreras anotadas.