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12.5.05

Carlos Guillén, ¿espejismo o realidad?

En estos días, comenzó un debate en los foros de Béisbol Report en el que se discutía si la producción de Carlos Guillén es real o si podemos esperar que baje el ritmo que lleva, con un promedio de bateo que coquetea constantemente con los .400

Guillén parece estar gozando de un surgimiento parecido al de Melvin Mora, quien a los 31 años comenzó a batear como si fuera un muchachito. Guillén no arrancó a los 31, pero si a los 29, una edad que para muchos entendidos suele representar el comienzo del descenso en la producción de un pelotero 'promedio' -- algunos alcanzan su pico más jóvenes, mientras que otros, como estos dos criollos, lo alcanzan más viejos.

Pero, ¿había alguna señal que nos pudiera haber indicado que Guillén explotaría en el 2004? El argumento de la salud puede ser utilizado, pero con un poco de prudencia: el campocorto nunca pudo demostrar a los Marineros de Seattle todo su potencial, porque constantemente estaba en la lista de lesionados, o jugando con alguna molestía física que le impedía jugar al 100% -- y hay que ver que no solo fueron las lesiones comunes y corrientes, Guillén llegó a perder tiempo de acción a causa de cosas como tuberculosis. En el 2004 Guillén jugó saludable desde el principio del año, hasta que saliera de acción a finales de la temporada -- pero hasta ese momento no había sufrido de ninguno de sus acostumbrados achaques.

¿Quiere decir esto que es recién ahora que Guillén está jugando 'a su nivel'? Es muy difícil de saber, por cuanto una sola temporada no demuestra nada (y en cualquier caso, tendríamos que comparar cuatro temporadas de titular en las que no tuvo una buena actuación contra una sola resaltante).

No solo su estado físico y el hecho de que estuviera llegando a su 'edad tope' pueden ser tomados como señales de que algo bueno se podía esperar del criollo (aunque estoy 100% que nadie se esperaba que fuera tan bueno). Si revisamos los boletos que recibió entre el 2001 y el 2003, nos damos cuenta que aunque no son cifras deslumbrantes, si parecen dar muestras de que Guillén tiene más paciencia en el plato que un jugador 'promedio'. Su 'promedio de boletos' (BB / (BB+AB)) acumulado para ese período es de .103, que no es ninguna maravilla, pero que resulta bastante bueno si recordamos que hablamos de un pelotero sin poder aparente (al menos hasta el 2003) del que no se esperaba gran cosa.

Hay otro factor que pudiera haber impactado a Guillén: la suerte. Deben estar pensando, ¿y cómo hacemos para medir eso? No es sencillo, pero es posible. Lamentablemente, yo no cuento con los datos ni las herramientas necesarias para hacer ese análisis, porque la información necesaria está recién comenzando a ser levantada y mantenida, pero ya hay estudios que comienzan a demostrar cuáles peloteros son más 'pavosos' que otros. Sin entrar en mucho detalle (porque admito que yo no comprendo esta teoría enteramente), se espera que un jugador bateé de cierta manera dependiendo de la cantidad de líneas, flies o rollings que conecte, y hacia donde los conecta. Si se compara lo que el pelotero ha logrado con lo que un jugador promedio haría en una situación similar (mismo equipo, mismo parque, etc), se pudiera inferir que ha tenido buena o mala 'suerte' (entre comillas, porque sigue siendo un elemento relativo). Como les dije, no tengo idea de si ese factor afectó a Guillén o no, pero bien pudiera ser que el criollo recién ahora esté teniendo la fortuna de su lado y los mismos batazos que antes caían en los guantes contrarios, ahora están cayendo un par de metros más allá, donde nadie los puede atrapar.

El otro elemento que pudiera haber afectado el rendimiento de Guillén es el más difícil de medir, pero quizás el que mayor impacto haya tenido -- el criollo tenía tiempo sintiéndose incómodo con la organización de los Marineros. Su pase a Detroit fue una bendición para él: jugar con un equipo donde lo quisieran. Es posible que la tranquilidad y la seguridad que esta situación le brindaran hicieran que Guillén elevara su nivel de juego -- no sé cómo medirlo, pero sospecho que gran parte de su mejoría se debe a este factor.

Ahora, ¿podemos esperar que siga jugando así? La lógica indica que no, principalmente porque Guillén ya está pisando los 30 años, edad en la que un jugador típico comienza su declive. Esto no quiere decir que vaya a jugar mal, solo que no debería mantener el nivel de excelencia alcanzado en 2004 (y lo que va de 2005).

Pero por otro lado, y como bien dijera Manuel Tortolero en Béisbol Report (y yo mismo al comenzar este análisis), es posible que Guillén sea uno de esos jugadores que 'maduran tarde', y estemos recién comenzando a ver de lo que es capaz el criollo.

Mi sentido común me dice que debemos esperar un leve descenso en el desempeño del paracorto, pero su actuación parece demostrar que aún le queda una temporada o dos con un rendimiento estelar, para luego bajar un poco de nivel.

Lo que si está claro es que la temporada de Guillén en el 2004 fue una de las mejores para un shortstop de la Liga Americana en los últimos años, lamentablemente acortada por su lesión.

Estadísticas e imágenes cortesía de Béisbol Report


comentarios:
Que tal amigos, en relación a este tema que por cierto inicie en BR, yo medio expuse mis ideas, pienso que es una REALIDAD, espero que se mantenga como tal, me parece que Guillen está alcanzando el momento perfecto de rendimiento y ojala y las lesiones se mantengan alejado de él.

   
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