(siéntense, que este post es de los largos)

Generalmente escribo cosas que parecen hacer ver que Ozzie Guillén me cae mal o que dudo de su capacidad para dirigir un equipo de Grandes Ligas. Nada más lejos de la verdad -- aún conociendo sus limitaciones como pelotero (fildeaba bien hasta que se lesionó la rodilla, pero nunca, nunca bateó bien), siempre fui un fanático de la pasión con la que jugaba la pelota. No me gusta la 'pelota Caribe', mas sí el espíritu competitivo (y divertido) de la misma.

No crean que estoy 'bicicleteando' y cambiando de opinión ante Guillén. Todo lo contrario: me entretenía Guillén el jugador, me desespera Guillén el mánager.

Si han leido este blog con alguna frecuencia, se habrán dado cuenta de que soy más apegado a las nuevas tendencias para analizar el deporte, principalmente las SABRmetrics. No soy ni de cerca un entendido en el asunto, pero si me gusta jugar con las estadísticas y tratar de entender cómo medir a los peloteros. Si han seguido a Guillén desde que fue nombrado mánager por los Medias Blancas el año pasado, deben haberse dado cuenta de que él sigue una tendencia contraria casi en 180°.

A Ozzie no le gusta anotar carreras con jonrones, según parece, sino que prefiere 'ganarselas', es decir, anotarlas mediante infield hits, toques de bola, robo de bases y viveza en las bases. También parece gustarle mucho contar con un buen pitcheo abridor (y ahí sí coincidimos -- "you can never have enough pitching" como dijo alguién por ahí). Guillén no entiende el valor de embasarse (como lo demuestra el espantoso OPS del equipo, .724), así que nunca entenderé cómo pretende anotar carreras si nadie se embasa y nadie conecta jonrones.

Pero en fin, independientemente de quien de los dos tenga razón (y seguro muchos de Uds. pensarán que es Guillén, quien tiene más de 25 años en la pelota profesional, mientras yo me siento en una oficina a trabajar en otra cosa), el hecho es que el equipo de Guillén, en apenas su segundo año como timonero, ocupa el primer lugar de su división, con el mejor registro de las Grandes Ligas, cuando ya casi estamos por alcanzar la primera cuarta parte de la temporada.

Para no seguir argumentando en contra de la manera de dirigir de Guillén (porque ya lo he hecho lo suficiente), se me ocurrió más bien compararlo con otros mánagers para ver qué tal se veian sus resultados. Esta comparación surge de un thread en Béisbol Report, y tiene un par de limitaciones que les quiero comentar antes de comenzar.

La primera es que no cuento con las herramientas (bases de datos) para realizar una comparación tan extensa como quisiera (todos los mánagers que hayan dirigido al menos 200 partidos), así que me tendré que limitar a los activos -- y ni siquiera a todos ellos. La segunda es que al comparar mánagers, es inevitable comparar a sus equipos.

Casey Stengel dijo una vez que el mejor mánager era el que tenía los mejores peloteros (también dijo que la mejor manera de dirigir era mantener separados a los cinco peloteros que lo odiaban de los cinco que lo adoraban). Decir que lo que Guillén ha hecho con el equipo de los Medias Blancas del 2005 es mejor o peor que lo que Tom Kelly hizo con los Mellizos de Minnesota en 1987, o lo que Joe Torre hizo con los Mets en 1980, es prácticamente imposible sin contar con modelos de cierto nivel de complejidad que consideren un gran número de variables, entre las que están los jugadores, la calidad de los equipos contrarios, las lesiones, los estadios donde jugaron, y muchas más.

Pero como no siempre hay que hacer un análisis para encontrar una respuesta definitiva (de hecho, en la mayoría de los casos, los análisis más bien crean nueva interrogantes y no siempre resuelven la que uno tenía inicialmente), también se pueden hacer solo por diversión, como en este caso.

Entrando ya en detalle, se me ocurrió comparar a Guillén con otros diez dirigentes actuales; los cinco más 'expertos' y/o 'reconocidos'; y los cinco con la experiencia más parecida a la del criollo, es decir, con un número de juegos dirigidos similar. Aquí entra otra limitación, y es que Guillén nunca tuvo experiencia a nivel de ligas menores o de las ligas invernales, pero no tengo cómo determinar las experiencias previas de los demás mánagers -- solo tengo la data para su trabajo con los equipos de Grandes Ligas.

¿Cuáles son estos mánagers contra los que comparé a Guillén? La lista tiene varios nombres interesantes:

1. Los 'experimentados' (los cinco mánagers activos con más victorias)
- Tony LaRussa, STL, 28 años, 2138 victorias y 1859 derrotas
- Bobby Cox, ATL, 24/2025/1545
- Joe Torre, NYY, 24/1800/1589
- Lou Piniella, TAM, 19/1466/1350
- Dusty Baker, CHI, 13/1033/882

2. Los 'novatos' (los cinco mánagers activos con menos experiencia, pero con al menos 200 partidos dirigidos)
- Lee Mazzilli, BAL, 2/102/98
- Dave Miley, CIN, 3/112/144
- Ned Yost, MIL, 3/153/206
- Eric Wedge, CLE, 3/164/196
- Alan Trammell, DET, 3/132/228

Para la fecha, Guillén tiene marca de 110-90 como mánager -- extrapolado a una temporada de 162 partidos, esto implicaría que un equipo dirigido por él debería ganar 89 partidos y perder 73. Nada mal, ¿no?. Pero 200 partidos son muy pocos para comenzar a evaluar a un mánager...

¿Qué han hecho los mánagers del segundo grupo, el de los 'novatos'?

Si se fijan detenidamente, solo Mazzilli (el más parecido a Guillén en cuanto a número de juegos dirigidos) es el único del grupo con marca positiva -- y la de Trammell es simplemente patética. Esto se debe a un par de razones; la primera es que los mánagers novatos no tienen experiencia para dirigir a un equipo de Grandes Ligas (algo que es refutable si seguimos el caso de Guillén), y la otra es que generalmente solo los equipos 'malos' contratan a mánagers sin experiencia.

Entre los cinco tienen marca de 663 ganados y 872 perdidos (.432). Llevado igualmente a 162 partidos, tendríamos un equipo con marca de 70-92, con lo que seguro ocuparía el último o penúltimo lugar de su división.

Un equipo dirigido por Guillén sería 27% mejor que uno dirigido por un mánager compuesto de los otros cinco...

¿Y los 'veteranos'?

Obviamente no podemos comparar las marcas vitalicias de estos señores contra los 200 partidos dirigidos por Guillén, pero lo que sí podemos hacer es ver cómo les fue a ellos en sus primeros 200 partidos. Esto nos daría una idea de qué pudiera estar logrando Guillén si dirigiera por tanto tiempo como estos respetados timoneros.

Antes de que digan nada, estemos claro que esta comparación no es 'estadísticamente sólida'. Es una especulación. Recuerden, solo por diversión...

A diferencia del anterior grupo, aquí todos tienen marca positiva. En acumulado suman 8462 victorias contra 7225 derrotas (.539). Llevado a 162 partidos, tendríamos una marca de 87-75.

Tony LaRussa: el más ganador de los mánagers activos (y quinto de todos los tiempos) apenas pudo sumar 89 victorias contra 111 derrotas en sus primeros 200 juegos (.445). A partir de ahí ha acumulado marca de 2049-1748 (.540).

Bobby Cox: tuvo una marca de 82-118 (.410) en sus primeros 200 partidos, pero luego de eso se disparó con 1943-1427 (.577), y 14, cuéntenlas, 14 idas a la post-temporada (cierto, solo ha ganado 1 Serie Mundial, pero ese es otro tema).

Joe Torre: el mejor jugador entre todos los mánagers aquí listados (quizás Alan Trammell se le acerque un poco) logró 84-116 (.420) en sus primero 200 juegos, cuando dirigía a los Mets de New York. Luego, sus equipos completarían marca de 1716-1473 (.538), incluyendo cuatro Series Mundiales.

Lou Piniella: el ex-mánager de los Yankees y Rojos comenzó su carrera con el pie derecho, sumando 115 triunfos contra apenas 85 derrotas (.575). A partir de eso ha sumado 1351-1265 (.516), marca que se ha visto empañada por su mal desempeño con su actual equipo, los Mantarrayas de Tampa Bay.

Dusty Baker: el 'menos bueno' del grupo comenzó con la mejor marca en su primer año, 103-59, y sin embargo no llegó a la post-temporada ese año. En sus primeros 200 juegos acumuló una impresionante marca de 123-77 (.615), para luego continuar su carrera con registro de 910-805 (.531)

En sus primeros 200 partidos, estos mánagers promediaron 99 triunfos y 101 derrotas (.493). Luego de eso ha promediado 1594 victorias contra 1344 derrotas (.542). En una temporada de 162 partidos, un equipo dirigido por una mezcla de estos mánagers terminaría con marca de 80-82.

No sé si Guillén durará tanto tiempo como esta gente como mánager, pero tiene la edad para seguir por varios años (apenas 40 años) y si termina con un buen resultado este año, su nombre puede ir ganando prestigio. Lo que sí sé con seguridad es que mientras dure con este trabajo, dará mucho de que hablar a los medios y a los entendidos...y a mi me dará mucho de que escribir...