La selección Japonesa se tituló ayer como Campeona de la primera edición del Clásico Mundial de Béisbol, al derrotar a la selección Cubana con pizarra de 10 a 6.

Frente a un público de 42,696 fanáticos, los Nipones atacaron primero, anotando cinco carreras en los primeros cuatro innings, y obligando a la rotación Cubana a trabajar extra, utilizando hasta ocho lanzadores frente a los Orientales.

Los héroes de los Japoneses fueron el designado Matsunaka, quien conectó de 4-3 con 3 anotadas, y el lanzador abridor Matsuzaka, quien trabajó por espacio de 4 entradas, permitiendo 4 hits, una carrera limpia, y abanicando a 5 jugadores Cubanos.

El partido no fue precisamente cerrado, pero en un momento durante el octavo episodio, las cosas parecieron complicarse para los Japoneses, quienes llevaban ventaja de 6-3, cuando Frederich Cepeda conectó cuadrangular que impulsó dos anotaciones, acercando el marcador a 6-5.

Pero los Nipones reaccionaron y anotaron 4 rayitas más en la parte alta del noveno inning, quebrando así las esperanzas de los Isleños.

En mi mente, no fue un gran partido, pero como cierre de este torneo inaugural, estuvo bastante bien. Pienso que para se este un primer intento a una competencia mundialista, las cosas salieron de manera positiva y que para la próxima vez el WBC será incluso más cautivador y de mayor nivel competitivo.

Al final, felicitaciones a los amigos Japoneses por esta victoria, al igual que a los Cubanos por ese segundo lugar.

¡Nos vemos en el 2009!