7.5.06
Arranque inspirador
El arranque de temporada de Magglio Ordóñez ha sido, a falta de una mejor palabra, inspirador.
No es tan publicitado como el de Omar Vizquel, bateando cerca de .350 a los 39 años, o el de Víctor Martínez, lanzando su nombre a la discusión tempranera del Más Valioso de este año. Ni siquiera ha sido tan comentada como el mal desempeño -- que ya parece ir desapareciendo -- de nuestros abridores.
Y sin embargo, me parece que merece, como mínimo una mención.
Después de todo, Magglio estaba enfilado a tener una de las mejores carreras de pelotero criollo alguno, e incluso una muy buena en líneas generales como Grande Liga, hasta que las lesiones le robaran la mejor parte de dos campañas.
Pero ahora, en el 2006, a los 32 años, Ordóñez parece no solo recuperado de dichas molestias, sino nuevamente con la misma forma que lo vió conectar más de 30 cuadrangulares y remolcar más de 100 carreras por cuatro años seguidos (hazaña única entre nuestros peloteros). En su mejor momento, de 1999 al 2003, Magglio acumuló marca de .312/.372/.546, con un OPS de .918, promediando 32 cuadrangulares, 187 hits, 102 anotadas y 118 remolcadas por campaña. Ciertamente, estos números no son "Pujolsianos", pero cuando recordamos que hablamos de un lapso de cinco temporadas, y en la Liga Americana, nos damos cuenta de lo impresionantes que resultan.
Una de las mayores preocupaciones con las lesiones de Magglio, particularmente con la hernia que sufrió el año pasado, es que perdiera poder, cosa que parecía cierta cuando solo logró conectar 8 vuelacercas en 305 turnos en el 2005, pero en el 2006 ha desechado esa sospecha, al sacar el mismo número de jonrones en apenas 115 viajes al home. A ese paso, y suponiendo que jugará 150 partidos este año, pudiera estar llegando a los 40 cuadrangulares, o cuando menos a su marca persona de 38, lograda en el 2002.
La única preocupación que veo en el desempeño de Ordóñez es que no está siendo paciente en el plato -- posiblemente porque se siente confiado a la hora de batear, o porque siente la necesidad de hacer swing para demostrar que está recuperado de sus lesiones. A la fecha, su OBP de .341 es el más bajo desde 1998, cuando terminó la campaña con .326. Al paso que va, cerrará el 2006 con menos de 35 boletos, cosa prácticamente inaceptable para un bateador como el -- más aún un bateador que está recibiendo casi $15 millones por campaña.
A la temporada aún le quedan unos 132 partidos, pero creo que ya es hora de que comencemos a seguir al jardinero de los Tigres de Detroit, y ligar para que complete el año sin problemas...
Estadísticas e imágenes cortesía de Béisbol Report
No es tan publicitado como el de Omar Vizquel, bateando cerca de .350 a los 39 años, o el de Víctor Martínez, lanzando su nombre a la discusión tempranera del Más Valioso de este año. Ni siquiera ha sido tan comentada como el mal desempeño -- que ya parece ir desapareciendo -- de nuestros abridores.
Y sin embargo, me parece que merece, como mínimo una mención.
Después de todo, Magglio estaba enfilado a tener una de las mejores carreras de pelotero criollo alguno, e incluso una muy buena en líneas generales como Grande Liga, hasta que las lesiones le robaran la mejor parte de dos campañas.
Pero ahora, en el 2006, a los 32 años, Ordóñez parece no solo recuperado de dichas molestias, sino nuevamente con la misma forma que lo vió conectar más de 30 cuadrangulares y remolcar más de 100 carreras por cuatro años seguidos (hazaña única entre nuestros peloteros). En su mejor momento, de 1999 al 2003, Magglio acumuló marca de .312/.372/.546, con un OPS de .918, promediando 32 cuadrangulares, 187 hits, 102 anotadas y 118 remolcadas por campaña. Ciertamente, estos números no son "Pujolsianos", pero cuando recordamos que hablamos de un lapso de cinco temporadas, y en la Liga Americana, nos damos cuenta de lo impresionantes que resultan.
Una de las mayores preocupaciones con las lesiones de Magglio, particularmente con la hernia que sufrió el año pasado, es que perdiera poder, cosa que parecía cierta cuando solo logró conectar 8 vuelacercas en 305 turnos en el 2005, pero en el 2006 ha desechado esa sospecha, al sacar el mismo número de jonrones en apenas 115 viajes al home. A ese paso, y suponiendo que jugará 150 partidos este año, pudiera estar llegando a los 40 cuadrangulares, o cuando menos a su marca persona de 38, lograda en el 2002.
La única preocupación que veo en el desempeño de Ordóñez es que no está siendo paciente en el plato -- posiblemente porque se siente confiado a la hora de batear, o porque siente la necesidad de hacer swing para demostrar que está recuperado de sus lesiones. A la fecha, su OBP de .341 es el más bajo desde 1998, cuando terminó la campaña con .326. Al paso que va, cerrará el 2006 con menos de 35 boletos, cosa prácticamente inaceptable para un bateador como el -- más aún un bateador que está recibiendo casi $15 millones por campaña.
A la temporada aún le quedan unos 132 partidos, pero creo que ya es hora de que comencemos a seguir al jardinero de los Tigres de Detroit, y ligar para que complete el año sin problemas...