Cuando arrancó la temporada dando batazos a diestra y siniestra, todo el mundo se pensó que José Celestino López era la fotocopia de Miguel Cabrera, y aunque sus números totales no son del todo malos, todavía no podemos mencionar a este joven como si fuera una estrella

En apenas su tercer año en las Mayores, y primero como titular a tiempo completo, el criollo comenzó el año con excelente pie: al terminar el mes de mayo, López sumaba 8 jonrones y 42 remolcadas, lo que lo ponía a ritmo de 25 vuelacercas y 120 carreras empujadas, números que serían simplemente sensacionales para un segunda base. Su promedio de bateo era un respetable .282, pero su OBP no llegaba ni a .315 -- a causa de su terrible impaciencia, que le hizo hacerse de apenas 7 boletos en dos meses

J	AB	H	2B	3B	HR	CA	CE	BB	SO	BR	.AVG	.OBP	.SLG	OPS
151	603	170	28	8	10	78	79	26	80	5	.282	.319	.405	.724

Cuando llegó el momento del Juego de las Estrellas, López tenía marca de .280/.316/.454 (.770), que tampoco eran sensacionales, pero que le sirvieron para ser seleccionado como reserva del equipo de la Liga Americana. Pero seguía sin paciencia, con apenas 14 boletos en 350 turnos (1 cada 25)

Esta falta de disciplina lo llevó a hacerle swing a cuanto lanzamiento se le venía encima, y los lanzadores del joven circuito, que no son ningunos tontos, aprendieron a detectar sus debilidades y a pitchearle correspondientemente, haciendo que aún cuando siguió bateando para más .280 por el resto del año (de hecho, bateó para .285 después del Juego de Estrellas), los extrabases desaparecieron del panorama

En la primera mitad del año, López sumó 36 extrabases (para un sólido 36.7%), pero en la segunda parte solo pudo conectar 10 (13.9%). Consecuentemente, su slugging pasó de .454 a .336, y su OPS cayó por debajo de los .700 (.658 para ser más precisos)

Estoy convencido de que si López aprende a tener un poco más de paciencia, y a esperar más por un buen lanzamiento, puede convertirse en un bateador de peligro. Esto es muy factible, porque estamos hablando de un muchacho de apenas 22 años, así que cancha para crecer tiene de sobra. Ojalá y no se enfoque en querer ser un jonronero y se concentre más en hacer contacto, ya que ha demostrado que el poder lo tiene y que los dobles, los triples y los jonrones vendrán cuando comience a batear de manera más consistente...

¿Se imaginan tener a un camarero que meta 20 jonrones, 40 dobles, 10 triples y remolque 110 carreras? López lo puede hacer si se aplica...