Nadie le crítica a Omar Vizquel que no conecte más jonrones, después de todo, él está ahí para fildear. Pero me llamó la atención que recién fue ayer que la botó por primera vez en lo que va de año.

El campocorto de los Gigantes de San Francisco sacó la bola de jonrón en su quinto y último turno del encuentro, el número 226 de la temporada. Pero si sumamos los turnos que tenía desde que conectó su anterior cuadrangular (el 6 de septiembre del 2004 frente a los Marineros de Seattle), el criollo acumulaba 76 partidos y 291 turnos si sacarla del parque.

Esta no es la sequía jonronera más larga de la carrera de Vizquel (no conectó ni uno solo en toda la temporada del 92, y necesitó casi 2.500 turnos y siete años para sumar 10 de por vida), pero si es una de las peores rachas desde 1996, el año en que 'aprendió a batear'.

Hasta esa temporada, Vizquel acumulaba apenas 922 bases alcanzadas (626 sencillos, 98 dobles, 16 triples y 13 jonrones) en 2939 turnos, para un slugging de apenas .314, mientras que desde el 96 y hasta el juego de ayer miércoles, sumaba 1965 bases (1101, 264, 40 y 54) en 5106 turnos y un slugging de .385 que, aunque es realmente bajo, es 23% mejor que lo que logro en sus primero 7 años de carrera.

Esta mejora se debe a que Vizquel aumentó el número de extrabases conectados de 18.1 por temporada en sus primeros 7 años a 35.8 en los últimos 10. Esto representa un incremento de casi el 100% (aunque hay que considerar también que aumentó sus turnos al bate de 419.9 a 510.6, o 22%).

El Venezolano no es el primer shortstop 'mucho guante, poco bate' que mejora su desempeño ofensivo con el pasar de los años. Sin entrar en mucho detalle, les diría que revisaran las carreras de Ozzie Smith y de David Concepción, quienes comenzaron bateando tan mal que parecía que lo hicieran con los ojos vendados, y terminaron sus legendarias carreras con numeritos que si bien no son impresionantes, tampoco pueden ser dejados de lado.

Estadísticas e imagen cortesía de Béisbol Report